ESPAÑA 2013
La
afición española destaca por ser una de las mejores del mundo y en Fórmula 1 todavía más. Desde que Fernando
Alonso comenzara a triunfar en este complicado deporte y nos regalara
poles, victorias y vueltas rápidas, esta afición, llamada “marea
azul” cuando militó en Renault y cuyo nombre se ha quedado para la
posteridad, ha ido en aumento y ha disfrutado como nunca de sus
éxitos. En este día tendrian mucho que celebrar.
El
sábado se clasificaba quinto, posición a la que ya estamos
acostumbrados desde hace años y dejaba un buen sabor de boca porque
el Ferrari no iba nada mal y podíamos vivir una buena carrera. Su
compañero sexto, sólo una milésima por detrás, pero saldría 9º.
La
salida de los primeros fue regular, Vettel consiguió colocarse
segundo tras la primera curva y Fernando se había tirado por la
izquierda de la pista. Pasada la primera curva obró un milagro casi
imposible que sólo a base de manos prodigiosas y siendo calculador
en la salida se consigue: logró adelantar en una sola maniobra, por
el exterior de la curva 3, una curva en apoyo, yéndose apenas por
fuera unos metros a Hamilton y Kimi.
Mientras
realizaba este pedazo de adelantamiento la grada rugía con la magia
de su ídolo, que una vez más, había logrado hacer algo que pocos
consiguen y para lo que además hay que tenerlos bien puestos.
La
carrera, planteada a 4 paradas por el asturiano fue una demostración
de táctica (de las pocas veces que Ferrari acierta en la estrategia
debe admitirse), ritmo, regularidad y adelantamientos en los momentos
clave. Vettel, el que sería el rival del mundial, terminó cuarto,
el brasileño, compañero de Alonso, tercero, Kimi, piloto de Lotus
entonces, segundo.
El
GP de España suele destacar en el calendario desde hace años como
una de las pruebas más especiales de todas en cuantas se corren
durante la temporada, a la marea azul podría comparársela con los
fans de Senna entonces o en Alemania con Schumacher.
Son
aficiones que crean tendencia por la fuerza, la pasión y la emoción
que transmiten, elementos indispensables para que una afición sea
poderosa. Alonso y sus seguidores son uno solo carrera tras carrera,
totalmente compenetrados.
Pero
esto no es nuevo, ya en 2004, cuando Alonso ya había brillado
suavemente en el mundial de F1, se veía a españoles por todas
partes, deseosos de apoyar a su ídolo hasta que cruzara la meta,
victorioso o no. Eso es una afición, eso la hace especial, el apoyo
incondicional a su líder.
Como
decía, las carreras en España son puro espectáculo, ya no solo por
lo que la prueba pueda ofrecer en sí, si no porque existen una marea
humana cuyo práctica en la Alonsomanía, que exhiben banderas de
Asturias, de España y del color que Fernando vista esa temporada,
sólo que la azul fue la más representativa porque es cuando más
éxitos nos llevamos en su trayectoria profesional.
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