Cuando un GP no da para más, no se le puede buscar emoción.
Ayer el Hungaroring ofreció una de esas carreras que con el calor que hace en muchas partes de España, nos habría dejado torrados. La hora de dormir la siesta.
Todo se decidió en la salida, los primeros reaccionaron de forma muy parecida al semáforo pero Daniel Ricciardo, dispuesto a lograr la primera posición, lo cambió un poco todo.
Despistó a Nico, dándole algo en lo que fijarse en la curva 1 y esto hizo que el alemán quitara su atención de Hamilton, quien venía por la derecha, dispuesto a llevarse la primera posición.
No dudó como pocas veces lo hace cuando ve el hueco, talento natural o estar muy espabilado, simplemente ataca. Y le valió el primer puesto, el cual ya no soltó.
Ricciardo, arrinconado en la salida de la primera curva, se vio forzado a ceder el segundo puesto en favor de Rosberg, el cual, lo último que debía hacer era estar perdiendo puestos.
Por detrás del australiano su joven compañero. Por detrás Vettel.
Todo se aclaró con una estrategia que, por cierto, apenas varió el resultado tras las primeras curvas.
Pero sí sabemos que Mercedes se guardaba algo seguro y Hamilton nos confirmó que así era, bajando el ritmo y e incrementándolo a su antojo y con algo de picaresca, para que el australiano de Red Bull se acercara a Rosberg durante la prueba y tensar así los hilos.
El joven holandés tuvo opción de podio pero se diluyó cuando tras parar por primera vez, salió tras el finés de Ferrari y ahí se quedó. Eso destruyó su carrera.
Con la prueba más avanzada y en la lucha por el 5º puesto, Verstappen y Raikkonen lucharon de nuevo, pero esto no era España, es una pista muy distinta.
El holandés lanzó una ofensiva en forma de venganza por la pérdida de tiempo que le había ocasionado el compañero de Vettel.
Con cambios de dirección quizá al límite del reglamento, en uno de ellos le rompió algunos elementos aerodinámicos de la parte izquierda del ala delantera al de Ferrari, el cual se quejó ferozmente por la radio.
De nada sirvió, el joven piloto ganó la batalla.
No podemos negar el arte de Verstappen al atacar y al defender. Es único y tiene su firma.
Vettel, resignado y sin el ritmo suficiente, se conformó con ser cuarto pro detrás de su ex compañero.
Pero más atrás encontramos a Fernando Alonso, siendo "el primero del resto", lo cual es una buena noticia, más parece obra de un circuito particular como este que del mérito propio del coche. Ahora vienen pruebas complicadas donde sufrirán, sólo esperemos que menos.
Carlos Sainz, tras obrar otra machada, clasifica justo por detrás del ovetense del cual dijo "imposible pasarle, no comete errores". Un mensaje que ha repetido en más de una ocasión.
Y poco más ha ocurrido en esta carrera. Palmer trompeó en la curva 4 y mandó al garete el punto que tenía.
Una carrera un poco aburrida y creo que estoy siendo benévolo con ella. El inglés asalta el mundial y aunque no quiera acordarse de cómo empezó, la historia ha cambiado mucho.
El próximo escenario es la casa de Nico, donde este debe dar otro golpe de efecto para colocarse primero de nuevo.
Mientras en Mercedes ya tiene su guerra particularmente tensa, Ferrari está seriamente amenazada por Red Bull (se encuentran sólo un punto por detrás).
El Hockenheimring quizá no dicte sentencia pero será otro espectador de un mundial que se está viviendo intenso en las dos primeras posiciones.
¿Seguirá ampliando el inglés su ventaja o reaccionará Nico en su casa?, ¿podrá defenderse Red Bull en Alemania o Ferrari salvará los muebles?, ¿cuánto sufrirá Mclaren?
Las respuestas este fin de semana.
lunes, 25 de julio de 2016
lunes, 11 de julio de 2016
F1 GP Silverstone: Análisis.
En casa de Hamilton sólo existe un rey: él mismo.
Vaya fin de semana se ha marcado, comenzando por el sábado, cuando marcó territorio. La FIA se mostró quisquillosa con algunas curvas del trazado donde los pilotos no podían colocar las cuatro ruedas fuera de los límites de la pista: no iban a pasar ni una.
Pilotos como Alonso, Hamilton y Magnussen fueron penalizados. El inglés, al cual le quitaron la pole en pocos minutos del final, ni corto ni perezoso, volvió a salir y volvió a firmarla, "aquí mando yo". Y punto.
El domingo, la carrera fue un recital de Lewis, con sus fan apoyándole en las gradas gritando como podían y él, que metió terreno de por medio desde que el SC se marchó a boxes. La carrera se redujo entonces a controlar a sus rivales.
La emoción estuvo por detrás cuando tras el primer paso por el pit-lane, Max se colocó cerca de Nico, ya llevaba neumáticos de seco y no iba a volver a parar. Un simple error del alemán le sirvió a Verstappen para sobrepasar al Mercedes en la última de las enlazadas de Becketts y no volver a dejarle pasar hasta cuantas vueltas después.
En un alarde de inteligencia, habilidad y sangre fría, un RedBull mantuvo a raya a un Mercedes hasta que la potencia alemana, furiosa, le sobrepasó en la recta del Hangar.
No sin antes jactarse un chaval de apenas 20 años de un piloto consolidado tras 10 años en esto de la Fórmula 1.
El compañero de Max, Ricciardo, el cual no pudo bailar bajo la lluvia con el holandés, se conformó con llegar cuarto y ver como su ventaja de puntos poco a poco se desvanece.
Nadie duda de la solidez y constancia con la que puede conducir Daniel pero es obvio que el pequeño niño le está comiendo el terreno.
El único Ferrari que salvó los muebles con una quinta posición fue Raikkonen, el cual no se sintió a gusto con la lluvia y así lo expresó. Un quinto que sabe a poco, por supuesto, teniendo en cuenta las pretensiones de Maranello.
Pero es que su compañero no lo hizo mucho mejor. Quedó 9º, una posición absolutamente atípica para él, además penalizado con cinco segundos por forzar fuera de la pista a Massa en la curva 3. Él dice que se fue largo por falta de adherencia, los comisarios vieron otra cosa. Los errores se sucedieron en carrera y seguro que sólo quiere olvidar esta carrera y centrarse en la próxima.
Force India logró un gran resultado colocando a sus pilotos 6º (Pérez) y Hulkenberg (7º), sacando tajada de Silverstone, el GP de casa. Tras el fiasco de Austria, necesitaban algo así. Confirman que no van nada mal pero seguramente ya estén centrados en el coche de 2017.
Un gran Carlos Sainz firmó un octavo puesto que pudo haber sido más. Él, como otros muchos, cometió errores, es humano. Un botín de puntos insuficiente viendo que podría haber llegado un poco más lejos.
Su compañero sólo rascó uno, lo que confirma que se lo merienda sin problemas y que no le vendría mal un coche que se adapte más a su talla de gran piloto.
El resultado de los Williams sí que fue para llorar. Massa cruzó la meta 11º, el cual no trompeó ni una sola vez, lo que ya es reseñable. Bottas 14º. En lluvia al comienzo de la prueba no fueron nada bien y luego se dedicaron a pelear en el montón.
Los Mclaren mostraron progreso en lluvia, demostrando cierto potencial pero todo se quedó en nada al final y ninguno logró puntuar. Alonso salió contento de la carrera no obstante.
Toca trabajar sin descanso en Mclaren.
Tres coche distintos cerraron las últimas posiciones: Nasr 15º, Gutiérrez 16º y Magnussen 17º.
La prueba de Silverstone fue divertida e impredecible en los primeros compases.
No apoyo las salidas con SC pero la sensibilidad de Charlie se ha incrementado notablemente y es lo que hay. Cuando los pilotos montaron neumáticos de seco la carrera comenzó a normalizarse aunque hubo numerosas salidas de pista en Abbey, la primera curva 1, pues estaba húmeda.
Lewis se corona fácilmente en casa firmando la 4ª victoria en cinco carreras y mete miedo a Nico, quien, por culpa de la sanción, ve como pasa de tener 11 puntos de diferencia a sólo tener uno.
La tensión crecerá en Hungría, en el Hungaroring, un circuito espectacular que albergará la siguiente prueba. Es la ocasión perfecta de Rosberg para aumentar la distancia a ocho puntos.
Hamilton llega al máximo tras dos victorias, se siente confiado y más fuerte que nunca y el circuito de Hungría le gusta, ha ganado varias veces allí.
Pero dentro de poco la falta de fiabilidad tendrá consecuencias y será entonces, cuando sea penalizado, como al comienzo de año, cuando su temple saque a la luz ese gran piloto de carrera que puede con todo. No va a estar fácil este mundial.
Rosberg ha visto como su gran distancia de comienzos de años se ha quedado en nada. Precipitación y algo de mala suerte han influido. Toca defender el liderato con uñas y dientes.
¿Será el ratonero circuito de Hungría donde el alemán frene a Hamilton o continuará el inglés imparable?, ¿va a seguir dejando Verstappen en evidencia a todos o logrará Ricciardo vencerle?, ¿podrá Ferrari remontar el vuelo tras haber estado en caída libre en las últimas carreras?, ¿será capaz Mclaren de sacar tajada de la delicada pista húngara y firmarán otro buen resultado?
En dos semanas lo descubriremos.
Vaya fin de semana se ha marcado, comenzando por el sábado, cuando marcó territorio. La FIA se mostró quisquillosa con algunas curvas del trazado donde los pilotos no podían colocar las cuatro ruedas fuera de los límites de la pista: no iban a pasar ni una.
Pilotos como Alonso, Hamilton y Magnussen fueron penalizados. El inglés, al cual le quitaron la pole en pocos minutos del final, ni corto ni perezoso, volvió a salir y volvió a firmarla, "aquí mando yo". Y punto.
El domingo, la carrera fue un recital de Lewis, con sus fan apoyándole en las gradas gritando como podían y él, que metió terreno de por medio desde que el SC se marchó a boxes. La carrera se redujo entonces a controlar a sus rivales.
La emoción estuvo por detrás cuando tras el primer paso por el pit-lane, Max se colocó cerca de Nico, ya llevaba neumáticos de seco y no iba a volver a parar. Un simple error del alemán le sirvió a Verstappen para sobrepasar al Mercedes en la última de las enlazadas de Becketts y no volver a dejarle pasar hasta cuantas vueltas después.
En un alarde de inteligencia, habilidad y sangre fría, un RedBull mantuvo a raya a un Mercedes hasta que la potencia alemana, furiosa, le sobrepasó en la recta del Hangar.
No sin antes jactarse un chaval de apenas 20 años de un piloto consolidado tras 10 años en esto de la Fórmula 1.
El compañero de Max, Ricciardo, el cual no pudo bailar bajo la lluvia con el holandés, se conformó con llegar cuarto y ver como su ventaja de puntos poco a poco se desvanece.
Nadie duda de la solidez y constancia con la que puede conducir Daniel pero es obvio que el pequeño niño le está comiendo el terreno.
El único Ferrari que salvó los muebles con una quinta posición fue Raikkonen, el cual no se sintió a gusto con la lluvia y así lo expresó. Un quinto que sabe a poco, por supuesto, teniendo en cuenta las pretensiones de Maranello.
Pero es que su compañero no lo hizo mucho mejor. Quedó 9º, una posición absolutamente atípica para él, además penalizado con cinco segundos por forzar fuera de la pista a Massa en la curva 3. Él dice que se fue largo por falta de adherencia, los comisarios vieron otra cosa. Los errores se sucedieron en carrera y seguro que sólo quiere olvidar esta carrera y centrarse en la próxima.
Force India logró un gran resultado colocando a sus pilotos 6º (Pérez) y Hulkenberg (7º), sacando tajada de Silverstone, el GP de casa. Tras el fiasco de Austria, necesitaban algo así. Confirman que no van nada mal pero seguramente ya estén centrados en el coche de 2017.
Un gran Carlos Sainz firmó un octavo puesto que pudo haber sido más. Él, como otros muchos, cometió errores, es humano. Un botín de puntos insuficiente viendo que podría haber llegado un poco más lejos.
Su compañero sólo rascó uno, lo que confirma que se lo merienda sin problemas y que no le vendría mal un coche que se adapte más a su talla de gran piloto.
El resultado de los Williams sí que fue para llorar. Massa cruzó la meta 11º, el cual no trompeó ni una sola vez, lo que ya es reseñable. Bottas 14º. En lluvia al comienzo de la prueba no fueron nada bien y luego se dedicaron a pelear en el montón.
Los Mclaren mostraron progreso en lluvia, demostrando cierto potencial pero todo se quedó en nada al final y ninguno logró puntuar. Alonso salió contento de la carrera no obstante.
Toca trabajar sin descanso en Mclaren.
Tres coche distintos cerraron las últimas posiciones: Nasr 15º, Gutiérrez 16º y Magnussen 17º.
La prueba de Silverstone fue divertida e impredecible en los primeros compases.
No apoyo las salidas con SC pero la sensibilidad de Charlie se ha incrementado notablemente y es lo que hay. Cuando los pilotos montaron neumáticos de seco la carrera comenzó a normalizarse aunque hubo numerosas salidas de pista en Abbey, la primera curva 1, pues estaba húmeda.
Lewis se corona fácilmente en casa firmando la 4ª victoria en cinco carreras y mete miedo a Nico, quien, por culpa de la sanción, ve como pasa de tener 11 puntos de diferencia a sólo tener uno.
La tensión crecerá en Hungría, en el Hungaroring, un circuito espectacular que albergará la siguiente prueba. Es la ocasión perfecta de Rosberg para aumentar la distancia a ocho puntos.
Hamilton llega al máximo tras dos victorias, se siente confiado y más fuerte que nunca y el circuito de Hungría le gusta, ha ganado varias veces allí.
Pero dentro de poco la falta de fiabilidad tendrá consecuencias y será entonces, cuando sea penalizado, como al comienzo de año, cuando su temple saque a la luz ese gran piloto de carrera que puede con todo. No va a estar fácil este mundial.
Rosberg ha visto como su gran distancia de comienzos de años se ha quedado en nada. Precipitación y algo de mala suerte han influido. Toca defender el liderato con uñas y dientes.
¿Será el ratonero circuito de Hungría donde el alemán frene a Hamilton o continuará el inglés imparable?, ¿va a seguir dejando Verstappen en evidencia a todos o logrará Ricciardo vencerle?, ¿podrá Ferrari remontar el vuelo tras haber estado en caída libre en las últimas carreras?, ¿será capaz Mclaren de sacar tajada de la delicada pista húngara y firmarán otro buen resultado?
En dos semanas lo descubriremos.
jueves, 7 de julio de 2016
F1 GP Austria: Análisis.
La
carrera de Austria fue posiblemente la mejor de la temporada por varios
aspectos.
El
primero es que es un circuito muy corto y los coches más rápidos alcanzaron a
los más rezagados rápidamente, esto añadió pimienta a la carrera de los
líderes, quienes no fueron otros que los pilotos de Mercedes.
En
la clasificación apareció la lluvia y revolvió la parrilla, esto nos permitió
ver a Button con un Mclaren que dista mucho de ser el que queremos ver
partiendo tercero, o Hulkenberg con su Force India muy arriba, quien hizo la
pole provisional, al cual posteriormente se la arrebató un veloz Lewis
Hamilton.
El
británico salió bien y mantuvo la posición pero salía con los ultrablandos,
neumáticos que a priori no iban a durar demasiado y decidió alargar mucho el stint,
incluso cuando ya estaba perdiendo mucho tiempo con Rosberg.
El
piloto alemán progresó velozmente por el trazado austríaco y cuando la pista se
despejó y gracias a su estrategia, se colocó primero.
Unas
vueltas antes de la mitad de la carrera Vettel tuvo que decir adiós al GP
cuando su neumático trasero derecho se destrozó por la porquería de la pista,
firmando el tercero cero del año y confirmando que su segundo año en Ferrari
dista mucho del deseado a pesar de estar detrás de los Mercedes en la clasificación.
Raikkonen
se convirtió entonces en el único piloto de Maranello que podría luchar por la
victoria pero no lo logró, de hecho, ni si quiera fue capaz de batir al
holandés Verstappen, el cual no paró cuando los líderes ejecutaron su segundo
paso por boxes, dejándole en el liderato, el cual le arrebataron los de
Mercedes en las vueltas finales.
Un
poco más atrás, Button aguantó durante la carrera luchando cara a cara con
coches más rápidos, fue algo temporal pero demostró lo que puede hacer el coche
en situaciones puntuales (partiendo entre las primeras posiciones).
Su
compañero Alonso abandonó por problemas de ERS que se manifestaron en las
primeras vueltas. Fin de semana para olvidar que tuvo una clasificación
desastrosa.
Pérez,
autor de un podio en Mónaco y Bakú abandonó yéndose largo en la última vuelta
en la curva 3.
Sainz,
quien volvió a ser perjudicado por paradas nefastas en boxes, fue como una goma
elástica, subió y bajó en la clasificación, demandando a gritos un coche fuerte
de verdad.
Wehrlein
dio una de las sorpresas de la carrera colocando a su Manor 10º, consiguiendo
un punto tras los dos conseguidos por Jules hace más de dos años.
Pero
llegaron las últimas vueltas de la carrera y a Hamilton le dijeron “Hammertime”
y él sabe perfectamente que significa esto. El huracán se desató en Mercedes.
El
británico tuvo una mejor salida de la curva 1 en la última vuelta y emparejó su
coche con el de Rosberg en la curva 2. El alemán, ni corto ni perezoso, dejó un
hueco enorme a su derecha arrinconando al inglés y dándole así de su propia
medicina.
No
le pudo resultar peor a Rosberg esta maniobra, pues colisionó con su compañero
y su alerón delantero resulto dañado, se le rompió y se le atascó debajo del
tren delantero, dejándole sin dirección.
Lewis,
frenó el ritmo debido a las banderas amarillas que el coche de Pérez
ocasionaron, adelantando a Rosberg sin remedio y llevándose una victoria
trabajada y afortunada también.
Nico
perdió 13 puntos que no creo que sean definitorios del título mundial pues quedan
muchas carreras por delante y su compañero mecánicamente está seriamente
perjudicado.
Pero
la tormenta volvió a la casa alemana tras España, donde un doble K.O. añadió la
pimienta que necesitaba aquella carrera.
Wolff,
muy disgustado procederá a hablar con sus pilotos próximamente y quien sabe qué
decisión se tomará.
Sin
duda alguna la emoción del mundial está entre estos dos pilotos, los cuales
están empeñados en emocionarlo y, por favor, que sigan empeñados, sería
insoportable si impusiera órdenes de equipo y no los dejaran luchar.
Comprendo
perfectamente la sangría de puntos del equipo y lo que supone para ellos pero
por el bien del campeonato deben dejarlos correr.
La
próxima prueba es en casa de Hamilton, donde lleva dos victorias seguidas (tres
en total) y habrá que ver cómo está el ambiente en el equipo allí, sólo días
después del episodio austríaco.
¿Logrará
apaciguar Wolff la tensión dentro del equipo?, ¿conseguirá Mclaren un resultado
decente en casa?, ¿aprovechará Ferrari un circuito que no le viene mal?,
¿conseguirá Sainz hacer una parada este año sin perder menos de 10 segundos?
Todo
esto y mucho más en unos días en Silverstone, donde, no lo dudéis, el mundial
va a seguir caldeándose.
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