La
carrera de Austria fue posiblemente la mejor de la temporada por varios
aspectos.
El
primero es que es un circuito muy corto y los coches más rápidos alcanzaron a
los más rezagados rápidamente, esto añadió pimienta a la carrera de los
líderes, quienes no fueron otros que los pilotos de Mercedes.
En
la clasificación apareció la lluvia y revolvió la parrilla, esto nos permitió
ver a Button con un Mclaren que dista mucho de ser el que queremos ver
partiendo tercero, o Hulkenberg con su Force India muy arriba, quien hizo la
pole provisional, al cual posteriormente se la arrebató un veloz Lewis
Hamilton.
El
británico salió bien y mantuvo la posición pero salía con los ultrablandos,
neumáticos que a priori no iban a durar demasiado y decidió alargar mucho el stint,
incluso cuando ya estaba perdiendo mucho tiempo con Rosberg.
El
piloto alemán progresó velozmente por el trazado austríaco y cuando la pista se
despejó y gracias a su estrategia, se colocó primero.
Unas
vueltas antes de la mitad de la carrera Vettel tuvo que decir adiós al GP
cuando su neumático trasero derecho se destrozó por la porquería de la pista,
firmando el tercero cero del año y confirmando que su segundo año en Ferrari
dista mucho del deseado a pesar de estar detrás de los Mercedes en la clasificación.
Raikkonen
se convirtió entonces en el único piloto de Maranello que podría luchar por la
victoria pero no lo logró, de hecho, ni si quiera fue capaz de batir al
holandés Verstappen, el cual no paró cuando los líderes ejecutaron su segundo
paso por boxes, dejándole en el liderato, el cual le arrebataron los de
Mercedes en las vueltas finales.
Un
poco más atrás, Button aguantó durante la carrera luchando cara a cara con
coches más rápidos, fue algo temporal pero demostró lo que puede hacer el coche
en situaciones puntuales (partiendo entre las primeras posiciones).
Su
compañero Alonso abandonó por problemas de ERS que se manifestaron en las
primeras vueltas. Fin de semana para olvidar que tuvo una clasificación
desastrosa.
Pérez,
autor de un podio en Mónaco y Bakú abandonó yéndose largo en la última vuelta
en la curva 3.
Sainz,
quien volvió a ser perjudicado por paradas nefastas en boxes, fue como una goma
elástica, subió y bajó en la clasificación, demandando a gritos un coche fuerte
de verdad.
Wehrlein
dio una de las sorpresas de la carrera colocando a su Manor 10º, consiguiendo
un punto tras los dos conseguidos por Jules hace más de dos años.
Pero
llegaron las últimas vueltas de la carrera y a Hamilton le dijeron “Hammertime”
y él sabe perfectamente que significa esto. El huracán se desató en Mercedes.
El
británico tuvo una mejor salida de la curva 1 en la última vuelta y emparejó su
coche con el de Rosberg en la curva 2. El alemán, ni corto ni perezoso, dejó un
hueco enorme a su derecha arrinconando al inglés y dándole así de su propia
medicina.
No
le pudo resultar peor a Rosberg esta maniobra, pues colisionó con su compañero
y su alerón delantero resulto dañado, se le rompió y se le atascó debajo del
tren delantero, dejándole sin dirección.
Lewis,
frenó el ritmo debido a las banderas amarillas que el coche de Pérez
ocasionaron, adelantando a Rosberg sin remedio y llevándose una victoria
trabajada y afortunada también.
Nico
perdió 13 puntos que no creo que sean definitorios del título mundial pues quedan
muchas carreras por delante y su compañero mecánicamente está seriamente
perjudicado.
Pero
la tormenta volvió a la casa alemana tras España, donde un doble K.O. añadió la
pimienta que necesitaba aquella carrera.
Wolff,
muy disgustado procederá a hablar con sus pilotos próximamente y quien sabe qué
decisión se tomará.
Sin
duda alguna la emoción del mundial está entre estos dos pilotos, los cuales
están empeñados en emocionarlo y, por favor, que sigan empeñados, sería
insoportable si impusiera órdenes de equipo y no los dejaran luchar.
Comprendo
perfectamente la sangría de puntos del equipo y lo que supone para ellos pero
por el bien del campeonato deben dejarlos correr.
La
próxima prueba es en casa de Hamilton, donde lleva dos victorias seguidas (tres
en total) y habrá que ver cómo está el ambiente en el equipo allí, sólo días
después del episodio austríaco.
¿Logrará
apaciguar Wolff la tensión dentro del equipo?, ¿conseguirá Mclaren un resultado
decente en casa?, ¿aprovechará Ferrari un circuito que no le viene mal?,
¿conseguirá Sainz hacer una parada este año sin perder menos de 10 segundos?
Todo
esto y mucho más en unos días en Silverstone, donde, no lo dudéis, el mundial
va a seguir caldeándose.
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