lunes, 25 de julio de 2016

F1 GP Hungría 2016: Análisis.

Cuando un GP no da para más, no se le puede buscar emoción.

Ayer el Hungaroring ofreció una de esas carreras que con el calor que hace en muchas partes de España, nos habría dejado torrados. La hora de dormir la siesta.

Todo se decidió en la salida, los primeros reaccionaron de forma muy parecida al semáforo pero Daniel Ricciardo, dispuesto a lograr la primera posición, lo cambió un poco todo.

Despistó a Nico, dándole algo en lo que fijarse en la curva 1 y esto hizo que el alemán quitara su atención de Hamilton, quien venía por la derecha, dispuesto a llevarse la primera posición.

No dudó como pocas veces lo hace cuando ve el hueco, talento natural o estar muy espabilado, simplemente ataca. Y le valió el primer puesto, el cual ya no soltó.

Ricciardo, arrinconado en la salida de la primera curva, se vio forzado a ceder el segundo puesto en favor de Rosberg, el cual, lo último que debía hacer era estar perdiendo puestos.

Por detrás del australiano su joven compañero. Por detrás Vettel.

Todo se aclaró con una estrategia que, por cierto, apenas varió el resultado tras las primeras curvas.

Pero sí sabemos que Mercedes se guardaba algo seguro y Hamilton nos confirmó que así era, bajando el ritmo y e incrementándolo a su antojo y con algo de picaresca, para que el australiano de Red Bull se acercara a Rosberg durante la prueba y tensar así los hilos.

El joven holandés tuvo opción de podio pero se diluyó cuando tras parar por primera vez, salió tras el finés de Ferrari y ahí se quedó. Eso destruyó su carrera.

Con la prueba más avanzada y en la lucha por el 5º puesto, Verstappen y Raikkonen lucharon de nuevo, pero esto no era España, es una pista muy distinta.

El holandés lanzó una ofensiva en forma de venganza por la pérdida de tiempo que le había ocasionado el compañero de Vettel.

Con cambios de dirección quizá al límite del reglamento, en uno de ellos le rompió algunos elementos aerodinámicos de la parte izquierda del ala delantera al de Ferrari, el cual se quejó ferozmente por la radio.

De nada sirvió, el joven piloto ganó la batalla.

No podemos negar el arte de Verstappen al atacar y al defender. Es único y tiene su firma.

Vettel, resignado y sin el ritmo suficiente, se conformó con ser cuarto pro detrás de su ex compañero.

Pero más atrás encontramos a Fernando Alonso, siendo "el primero del resto", lo cual es una buena noticia, más parece obra de un circuito particular como este que del mérito propio del coche. Ahora vienen pruebas complicadas donde sufrirán, sólo esperemos que menos.

Carlos Sainz, tras obrar otra machada, clasifica justo por detrás del ovetense del cual dijo "imposible pasarle, no comete errores". Un mensaje que ha repetido en más de una ocasión.

Y poco más ha ocurrido en esta carrera. Palmer trompeó en la curva 4 y mandó al garete el punto que tenía.

Una carrera un poco aburrida y creo que estoy siendo benévolo con ella. El inglés asalta el mundial y aunque no quiera acordarse de cómo empezó, la historia ha cambiado mucho.

El próximo escenario es la casa de Nico, donde este debe dar otro golpe de efecto para colocarse primero de nuevo.

Mientras en Mercedes ya tiene su guerra particularmente tensa, Ferrari está seriamente amenazada por Red Bull (se encuentran sólo un punto por detrás).

El Hockenheimring quizá no dicte sentencia pero será otro espectador de un mundial que se está viviendo intenso en las dos primeras posiciones.

¿Seguirá ampliando el inglés su ventaja o reaccionará Nico en su casa?, ¿podrá defenderse Red Bull en Alemania o Ferrari salvará los muebles?, ¿cuánto sufrirá Mclaren?

Las respuestas este fin de semana.

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