Hace ya dos años que la ciudad costera de Valencia no tiene gran premio. Ni si quiera existen las barreras que formaban parte de los muros del circuito. Ecclestone requirió que si no demandaba a Valencia por no pagar el canon que vale albergar carreras de Fórmula 1, al menos se llevaría los muros del circuito para construir otros en otras partes del mundo.
A la ciudad de Valencia no le quedó otra si no quería pagar lo que hoy es una deuda.
Pues ahora el fiscal especial anticorrupción ha impuesto una querella contra Francisco Camps, la ex-consejera Lola Johnson y el empresario Jorge Martínez Aspar por la compra de la empresa Valmor, la organizadora del gran premio de Valencia.
Esta querella está basada ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en la denuncia que EU y socialistas presentaron el 24 y 25 de abril, respectivamente, y que han ampliado posteriormente.
A estas personas se les podrían atribuir los delitos de malversación, prevaricación y delito societario, los que pusieron las denuncias piensan que este podría ser el primer paso para la imputación y el procesamiento del Gobierno de Alberto Fabra, al que sitúan como responsable de la compra de la empresa Valmor, asumiendo su deuda.
Así pues, se ha solicitado explicaciones a Fabra y la dimisión inmediata del expresidente Camps como miembro del Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana.
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