Recta final del mundial, últimas cuatro citas, últimos 1200 kilómetros de carrera aproximadamente y podrían bastar 300 para decidir el campeón del mundo de 2015.
Tras una temporada incontestable mejor todavía que la anterior con un coche todavía mejor si cabe, Lewis Hamilton, el hortera de la parrilla, lo ha bordado.
Lo ha hecho de una manera meteórica y a falta de cuatro carreras lo más increíble es que tiene a su compañero a casi 80 puntos de distancia. Pero Nico ha tenido mala suerte, sus dos abandonos han sido dos victorias del inglés y lo peor de todo para él es que Vettel ya le ha pasado en el campeonato.
Por supuesto que Rosberg tiene coche para mantenerle a raya y por supuesto que tiene habilidad al volante pero su coche está adoleciendo de cierta falta de fiabilidad. Primero Monza, luego Sochi. Dos problemas diferentes, demasiados puntos perdidos.
Y Vettel, el lobo, que no tiene suficiente aunque de no haber error de Mercedes o fallo, tiene que quedarse en posición de ataque. De momento ya se conoce que penalizará 10 posiciones por cambio de motor y su compañero también.
El finlandés, el cual textualmente "volvería a hacer aquel movimiento", refiriéndose al choque con Bottas en el primer sector de Rusia que dejó a su compatriota sin puntos y a él llegando a duras penas a la línea de meta, con posterior penalización.
Él también penalizará, Ferrari empezará desde atrás la carrera. Una prueba que, cuidado, no esté pasada por agua. Las previsiones apuntan a que el viernes y sábado estará mojada la pista y el domingo aunque menos probabilidades, sigue habiendo.
Es una pista que no drena y se encharca, es peligroso.
Sin duda será más interesante para el espectador si el cielo decide descargar, no tan divertido para Hamilton, que firmaría ya una carrera en seco, calmada, yendo en primera posición haciendo lo que más le gusta: distanciarse y asegurar la victoria.
Y ya ha firmado una Ferrari más fuerte para 2016, quiere luchar con Vettel de tú a tú, cara a cara y ha dejado de lado a Nico.
El pobre alemán ha sufrido de todo este año.
Primero hay que destacar su inferioridad en algo que el año pasado dominó: las clasificaciones. A esto hay que sumarle que Hamilton, gracias al título de 2014, es más fuerte psicológicamente y si además ya parte primero, ya parte en ventaja.
Es difícil encontrar números en los que el británico no gane al alemán.. bueno, en abandonos, pero no es un dato gustoso.
En Mercedes "no habrá número 1 aunque Lewis gane el mundial", de acuerdo, creámosle, puede ser cierto. Pero sabéis quien es el número 1 de Mercedes, se diga lo que se diga, va primero en el mundial y tiene 302 puntos.
Rosberg es bueno pero Hamilton es mejor. Nico de vez en cuando es más rápido que el británico, su problema es que no sabe ser constante y en eso, Lewis le machaca.
A Toto Wolff poco le importa la vida fuera de los circuitos de su piloto si cuando llega a la pista gana a los demás, que no ya a su compañero de equipo.
Los pocos momentos fuertes de Rosberg este año datan de mayo, en Montmeló, donde lo bordó y de Austria, donde Lewis lo intentó, pero no pudo. En Rusia también pero de nuevo un problema le apartó de la victoria.
¿Quién nos dice que Rosberg no va a retrasar el título de su compañero hasta México?, nadie nos asegura que no vaya a ocurrir, el rubio natural podría resurgir de sus cenizas psicológicas y decirle "probablemente ganes pero voy a ponértelo difícil" porque realmente es su único objetivo ya.
En el pasado hemos vivido situaciones desagradables cuando dos pilotos tenían un coche superior: órdenes de equipo.
Cuando les dejan competir libremente para que demuestren quien es el mejor es cuando realmente disfrutamos de la competición. En pista no hay nada que decir porque lo habitual que Hamilton ya esté por delante.
Ferrari se acerca, gracias a los token disponibles en 2016, los italianos podrían cerrar algo la brecha con los de Brackley aunque sigo creyendo que Mercedes no es ni mucho menos conformista.
Si han abierto la mano es porque saben que la F-1 tiene que mostrarse atractiva y aunque ellos no tengan la culpa de la falta de belleza, tienen que ayudar.
Y aunque el "cadenitas" está a punto de igualar a su ídolo, primero tendrá que bajarse la visera, apretar el acelerador y no mirar atrás.
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