miércoles, 11 de marzo de 2015

Relatos F1, decimotercera parte.

Sin duda alguna esta carrera es recordada. ¿Por qué?, ¿por qué ganó Alonso?, ¿por qué Singapur es un circuito durísimo que no perdona ni un solo error?, ¿por qué la ciudad es bella y hay muchos rascacielos?. Todos recuerdan esta carrera porque pasó de todo.

Es la carrera del fallo garrafal de Massa, del accidente estúpido de Raikkonen y del choque intencionado de Piquet contra la barrera para beneficiar a Fernando, muy a su pesar evidentemente.

Esta temporada Fernando no tendría las cosas fáciles después de marcharse muy quemado de Mclaren, él ya sabía que no era un movimiento muy sabio pero en Renault iban a recibirle con los brazos abiertos.

El sábado del fin de semana en cuestión Massa logró la pole por más de medio segundo de diferencia sobre su máximo rival en el mundial, Lewis Hamilton; por detrás del inglés calificó Raikkonen y en cuarto puesto se colocó el talentoso Robert Kubica.



Alonso calificó 15º y sólo fue capaz de pasar la primera parte de la sesión de clasificación porque la bomba de la gasolina de su coche dijo basta y tuvo que bajarse del mismo. Se pudo ver por los gestos que hizo a continuación que estaba muy disgustado por lo acontecido pero él no tenía ni idea de lo que iba a pasar al día siguiente.

En la salida Ferrari confió en Raikkonen para colocarse segundo y así restar puntos a Hamilton en su lucha por el mundial con el brasileño pero no logró su cometido, se mantuvieron las posiciones. Massa el primero, el británico el segundo y el compañero finlandés el tercero.

La primera imagen de la noche la dio Nelson Piquet Jr cuando a la salida de la curva 17 su Renault R28 le daba un latigazo importante y se estrellaba violentamente contra el muro. Bastante trozos quedaron desperdigados que unido a lo estrecha que es la pista no hizo dudar demasiado a Charlie y este ordenó la presencia del coche de seguridad.

Lo siguiente realmente interesante fue que el SC, al estar unas cuantas vueltas en pista, provocó que coches como el que pilotaban Massa, Hamilton y Raikkonen o Rosberg tuvieran que entrar a repostar obligatoriamente a pesar de saber que iban a ser sancionados.

Fue entonces cuando Felipe Massa demostró que a veces el nerviosismo le juega malas pasadas, realmente malas. No supo aguantar la presión de un pit stop y y provocado en parte por el error del equipo de permitirle salir cuando aún estaban repostando, arrancó la manguera y se llevó a algún mecánico por delante.



Esto lógicamente supuso el fin de la victoria de Massa porque estuvo cerca de 1 minuto parado a la salida del pit lane mientras esperaba a que le arrancaran la manguera ya inservible.

Entonces Alonso se colocó primero, puesto que ya no abandonaría salvo por una parada en boxes y un Rosberg que gracias a una buena estrategia, llegó segundo aún con sanción de por medio.

La carrera del asturiano se convertía en un tirar al máximo para meter distancia arriesgando la integridad del coche entre muros y sabiendo que el mínimo error le haría terminar con la barrera.

A Hamilton seguro que le habría gustado seguirle de cerca pero no pudo aunque en comparación con Felipe Massa, se llevó unos cuantos puntos. Raikkonen estrelló su Ferrari a la salida de la triple chicane que ya no existe por un error de conducción. No mucho más que decir.

Fue un fin de semana polémico por el cual Briatore fue expulsado de la Fórmula 1 de por vida aunque un tribunal francés apeló la decisión de la FIA y teóricamente podría volver a ejercer su función.


Alonso ganó el primer gran premio nocturno de la historia, que al margen de la suerte calculada que tuvo, supo llevar el coche hasta la bandera a cuadros tras 61 vueltas y vio como fuegos de artificio le recibían y una bandera a cuadros que confirmaba que bajo la noche, bajo los focos, bajo miles de flashes, él era el ganador. La vigésima.


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