En casa de Hamilton sólo existe un rey: él mismo.
Vaya fin de semana se ha marcado, comenzando por el sábado, cuando marcó territorio. La FIA se mostró quisquillosa con algunas curvas del trazado donde los pilotos no podían colocar las cuatro ruedas fuera de los límites de la pista: no iban a pasar ni una.
Pilotos como Alonso, Hamilton y Magnussen fueron penalizados. El inglés, al cual le quitaron la pole en pocos minutos del final, ni corto ni perezoso, volvió a salir y volvió a firmarla, "aquí mando yo". Y punto.
El domingo, la carrera fue un recital de Lewis, con sus fan apoyándole en las gradas gritando como podían y él, que metió terreno de por medio desde que el SC se marchó a boxes. La carrera se redujo entonces a controlar a sus rivales.
La emoción estuvo por detrás cuando tras el primer paso por el pit-lane, Max se colocó cerca de Nico, ya llevaba neumáticos de seco y no iba a volver a parar. Un simple error del alemán le sirvió a Verstappen para sobrepasar al Mercedes en la última de las enlazadas de Becketts y no volver a dejarle pasar hasta cuantas vueltas después.
En un alarde de inteligencia, habilidad y sangre fría, un RedBull mantuvo a raya a un Mercedes hasta que la potencia alemana, furiosa, le sobrepasó en la recta del Hangar.
No sin antes jactarse un chaval de apenas 20 años de un piloto consolidado tras 10 años en esto de la Fórmula 1.
El compañero de Max, Ricciardo, el cual no pudo bailar bajo la lluvia con el holandés, se conformó con llegar cuarto y ver como su ventaja de puntos poco a poco se desvanece.
Nadie duda de la solidez y constancia con la que puede conducir Daniel pero es obvio que el pequeño niño le está comiendo el terreno.
El único Ferrari que salvó los muebles con una quinta posición fue Raikkonen, el cual no se sintió a gusto con la lluvia y así lo expresó. Un quinto que sabe a poco, por supuesto, teniendo en cuenta las pretensiones de Maranello.
Pero es que su compañero no lo hizo mucho mejor. Quedó 9º, una posición absolutamente atípica para él, además penalizado con cinco segundos por forzar fuera de la pista a Massa en la curva 3. Él dice que se fue largo por falta de adherencia, los comisarios vieron otra cosa. Los errores se sucedieron en carrera y seguro que sólo quiere olvidar esta carrera y centrarse en la próxima.
Force India logró un gran resultado colocando a sus pilotos 6º (Pérez) y Hulkenberg (7º), sacando tajada de Silverstone, el GP de casa. Tras el fiasco de Austria, necesitaban algo así. Confirman que no van nada mal pero seguramente ya estén centrados en el coche de 2017.
Un gran Carlos Sainz firmó un octavo puesto que pudo haber sido más. Él, como otros muchos, cometió errores, es humano. Un botín de puntos insuficiente viendo que podría haber llegado un poco más lejos.
Su compañero sólo rascó uno, lo que confirma que se lo merienda sin problemas y que no le vendría mal un coche que se adapte más a su talla de gran piloto.
El resultado de los Williams sí que fue para llorar. Massa cruzó la meta 11º, el cual no trompeó ni una sola vez, lo que ya es reseñable. Bottas 14º. En lluvia al comienzo de la prueba no fueron nada bien y luego se dedicaron a pelear en el montón.
Los Mclaren mostraron progreso en lluvia, demostrando cierto potencial pero todo se quedó en nada al final y ninguno logró puntuar. Alonso salió contento de la carrera no obstante.
Toca trabajar sin descanso en Mclaren.
Tres coche distintos cerraron las últimas posiciones: Nasr 15º, Gutiérrez 16º y Magnussen 17º.
La prueba de Silverstone fue divertida e impredecible en los primeros compases.
No apoyo las salidas con SC pero la sensibilidad de Charlie se ha incrementado notablemente y es lo que hay. Cuando los pilotos montaron neumáticos de seco la carrera comenzó a normalizarse aunque hubo numerosas salidas de pista en Abbey, la primera curva 1, pues estaba húmeda.
Lewis se corona fácilmente en casa firmando la 4ª victoria en cinco carreras y mete miedo a Nico, quien, por culpa de la sanción, ve como pasa de tener 11 puntos de diferencia a sólo tener uno.
La tensión crecerá en Hungría, en el Hungaroring, un circuito espectacular que albergará la siguiente prueba. Es la ocasión perfecta de Rosberg para aumentar la distancia a ocho puntos.
Hamilton llega al máximo tras dos victorias, se siente confiado y más fuerte que nunca y el circuito de Hungría le gusta, ha ganado varias veces allí.
Pero dentro de poco la falta de fiabilidad tendrá consecuencias y será entonces, cuando sea penalizado, como al comienzo de año, cuando su temple saque a la luz ese gran piloto de carrera que puede con todo. No va a estar fácil este mundial.
Rosberg ha visto como su gran distancia de comienzos de años se ha quedado en nada. Precipitación y algo de mala suerte han influido. Toca defender el liderato con uñas y dientes.
¿Será el ratonero circuito de Hungría donde el alemán frene a Hamilton o continuará el inglés imparable?, ¿va a seguir dejando Verstappen en evidencia a todos o logrará Ricciardo vencerle?, ¿podrá Ferrari remontar el vuelo tras haber estado en caída libre en las últimas carreras?, ¿será capaz Mclaren de sacar tajada de la delicada pista húngara y firmarán otro buen resultado?
En dos semanas lo descubriremos.
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