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domingo, 9 de octubre de 2016

F1 GP Japón 2016: Análisis.

¡CAMPEONES DEL MUNDO!

Mercedes ha vuelto a hacerlo y otra vez más, a varias carreras del final. No dejan de sorprender con su superioridad, cuando todo el mundo piensa que ya no pueden ir mejor, sacan algo y simplemente son inalcanzables.

Pero que la estrella alemana iba a ganar el mundial se daba por hecho, lo que no se daba por hecho era el campeón de pilotos y aunque ahora parece bastante claro, ¿quién iba a pensarlo?

Comenzó todo muy cuesta arriba para Lewis con malas salidas y muchos fallos mecánicos que le alejaron del liderato a 10 puntos más de los que ahora mismo se encuentra, 33.

Remontó magistralmente (la mayor recuperada de puntos de la historia) con 6 victorias casi seguidas y se fue al verano cómodo, confiado y fuerte. Mucha fiesta, mucho Instagram y mucha vida social, ¿pero qué le ha ocurrido exactamente al de Stevenage?

A partir del verano hemos visto una faceta de él irregular, con fallos, como si le faltara confianza al volante, no siendo él mismo en definitiva. Rosberg ha aprovechado su debilidad y lo ha unido con su alto estado de forma físico y mental para destrozarle en las cinco pruebas tras las vacaciones.

Hamilton aún no ha sido capaz de recortarle puntos a su compañero. Sí, como lo lees. Nico le está arrebatando el protagonismo de una forma feroz y a la que Lewis no está costumbrado.

No sé si el inglés se ha metido en un círculo vicioso que tiene que ver con la desconfianza, reforzada por los errores en las salidas, pero está claro que no pilota igual. También hay que tener en cuenta que en término de motores no está precisamente en una buena situación y eso le fuerza a pilotar de manera distinta.

Hoy, por ejemplo, en el GP de Japón, vimos una falta de agresividad y contundencia que responde probablemente a que el equipo guardó la potencial real del coche para las últimas vueltas, para atacar y alcanzar la segunda posición.

Cuando destaparon a la bestia comenzó a rodar sencillamente rapidísimo, lo cual por una parte evidencia que engañan como quieren pero por otra, muestra lo fastidiado que se encuentra el compañero de Nico en cuanto a unidades de potencia.

El mundial está medio perdido, es algo que él no quiere decir, él escogió la palabra "difícil" y aunque no es imposible, repasando posibles combinaciones, a Nico le vale con hacer segundo en todas para ser campeón, un resultado muy razonable para él.

Por parte de Rosberg ahora se trata de decidir si va a por la victoria en las carreras que quedan en caso de que no salga en PL y se vaya, como le gusta hacer o saca la calculadora y piensa en el campeonato.

La respuesta la da él cada fin de semana: lucha por victorias, una a una, no piensa en el campeonato.

En la parte del garaje del inglés, ¿qué puede hacer para revertir la situación?, aún tiene opciones, las matemáticas dicen que aún es posible pero va a tener que hacer buenas salidas (un problema recurrente en él este año con las salidas manuales) y ver donde termina Rosberg para hacer números.

El mundial no se ha perdido en Suzuka en su totalidad pero sí buena parte de él porque a Nico se le tiene que dar realmente mal para no ganar este mundial: lleva el mejor coche de la parrilla, mentalmente está muy fuerte y es constante.

Hamilton tiene la capacidad de luchar contra el mejor Rosberg pero algo dentro de él no está funcionando definitivamente. La próxima cita es Austin, Estados Unidos, donde en 2015 Hamilton se coronó por tercera vez.

Rosberg no puede hacerlo allí pero sin duda, si gana de nuevo y Hamilton vuelve a fallar, podría adelantar su victoria final alguna carrera.

Es un Hamilton vs Rosberg y al margen de las individualidades y el egocentrismo, son tricampeones del mundo de constructores, están reventando récord y marcando historia.

La próxima muesca tiene color alemán.

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