El campeonato del mundo aterriza en Sochi, Rusia, en medio del estadio olímpico de los juegos de invierno, para presentar el trazado ruso en su segunda edición dentro del calendario de Fórmula 1.
Sus incontables muros de hormigón encierran una historia que, seamos honestos, es corta y falta de emoción. 2014 no regaló una carrera divertida, como mucho la remontada de Rosberg lo fue y algunas batallas en pista. El británico Lewis Hamilton ganó como quiso aquella carrera después de que su único rival mandara al traste todas sus opciones en la primera frenada del circuito.
Cambió los neumáticos y terminó la carrera con ellos. Pirelli pecó de conservador pero es que se habían producido episodios desagradables con las ruedas anteriormente y había que evitarlos a toda costa.
La marca italiana de neumáticos ha cambiado de opinión este año, tras, quizá, tener en cuenta la estrategia de Nico Rosberg el año pasado, llevará los blandos y súperblandos. Y parece ser que es con este último neumático con el que Mercedes tiene problemas.
El mundial no lleva demasiado apretado, la cómoda ventaja de Hamilton sobre su compañero, 48 puntos, dice mucho con el mismo coche. La comodidad del inglés conduciendo es de estudio mientras su compañero se enfrenta a problemas en las carreras, como sus luchas con Vettel, que amenaza el subcampeonato.
Mercedes vive en un estado de gracia del que no se va a deshacer pronto y está a punto de sentenciar ambos mundiales.
Como ya hiciera el año pasado en Rusia, ganando allí el campeonato de constructores, este año, con sólo sumar tres punto más que Ferrari, lo hará suyo.
Lewis tiene en su mano dar el broche final al de pilotos con unas victorias más aunque no está obligado a ganar.
Este dominio del inglés este año, cuyos números se parecen a los de Vettel en 2011, por ejemplo, son claro ejemplo de cómo un estado físico y mental más fuerte que tus rivales y sobre todo, que tu compañero, son determinantes.
Por detrás de ellos, Ferrari no tiene problemas como segunda potencia del campeonato, aprovechando los fallos de la estrella germana.
Kimi ha mejorado este año gracias a un coche más estable en muchos aspectos, sus podios dicen que el monoplaza es mejor aunque no haya color entre él y su compañero.
Williams sigue sin dar la campanada y es que ya no sólo son los errores en las carreras, que son cuantiosos, es su actitud en las carreras. Ya lo hemos comentado mucho, además de esto, hay circuitos en lo que son sencillamente menos competitivos que Ferrari.
Están lejos del Cavallino y se quedarán con ese último escalón del podio de marcas sin amenaza de Red Bull, que está relativamente lejos.
El culebrón de la marca austríaca se ha dejado escuchar en el paddock entero. Han criticado ferozmente a su suministrador de motores tras tantos años de éxitos, es lógico que ahora Renault no quiera ayudarles.
Y el problema para la escuderías de las bebidas energéticas es que no tienen una unidad de potencia asegurada para 2016, por lo que eso les dejaría fuera de la competición. Y si Red Bull, es probable que Toro Rosso también a no ser que lleguen a un acuerdo con otro equipo.
La visión de Dietrich es clara y comprensible, es una visión total de negocio, de empresario: ¿no puedo asegurar que podré ser competitivo?, adiós. Simple, alto y claro. No tiene más y nada se le puede reprochar por que está perdiendo dinero.
Ferrari suena, desde hace tiempo ya, como la opción más "viable" para Red Bull y lo pongo entre comillas porque los de Dietrich recibirían un motor de segunda división, no como el que llevarían los de rojo, las razones son obvias. Y así Dietrich no quiere jugar.
¿Qué futuro se plantea para esta escudería?, o aceptan la premisa de Ferrari y juegan con lo que les den o parece que se acercan a su fin en la F-1.
Pero parece que todo está preparado si se marchan, el tercer coche. Esto, para empezar, no todos pueden permitírselo, la mitad de la parrilla tiene problemas financieros. Sólo Mercedes, Ferrari y quizá Williams se lo podrían permitir.
A Mclaren no me atrevo a contarles.
Bernie dice "no me gustaría perder a Red Bull ni a Toro Rosso", quizá él ya esté haciendo algo aunque esto es problema exclusivo de esta escudería y de nadie más.
A mí no me gustaría ver una parrilla con sólo 16 coches.
Más allá de eso, el tiempo se acaba y mientras Newey insiste que necesita una respuesta para implementar sus ideas, el drama en esta parte del paddock se intensifica.
Otro drama es el que se vive en Mclaren. En Japón Alonso y Button, pero más el español, explotó por radio. "Esto es como conducir un motor de GP2".
Y muchas teorías circulan: Alonso quiere que Arai sea despedido, Alonso quiere que le despidan, Alonso sólo estaba frustrado, es normal... .
La tinta corre buscando un titular que impacte, ¿el mío?, que Alonso sólo pretende dar un fuerte toque de atención a Honda. Ya que cuando él habla, todos escuchan.
"Este invierno mejoraremos mucho" decía Button, eso esperamos todos.. . 2017 es el año del gran cambio y quien no esté preparado parece que va a sufrir.
Carlos y Max se enfrentarán por primera vez a esta pista, un trazado rápido y técnico, donde quien sabe si viviremos otro episodio como el de Singapur.
También serán las primeras vueltas de Felipe Nasr en Rusia, eso sí, con un F-1. En GP2 ya corrió aquí y subió además al podio, así que guarda buenos recuerdos. Sauber trae aquí mejoras que ya llevó a Singapur, por lo que tratarán de sacarle el máximo rendimiento.
Roberto Merhi afortunadamente correrá en este GP, así que podremos disfrutar de su conducción y de con suerte, un gran resultado.
La decimoquinta prueba del mundial está a la vuelta de la esquina y Rosberg tiene que reaccionar y aunque lo haga, ya no depende de sí mismo. Depende de su compañero y es lo peor que le puede pasar.
Porque Hamilton es invencible prácticamente. Ha mostrado ser mejor que Nico en todos los aspectos este año y sólo la mecánica le parará en su búsqueda del título que le iguale con Senna.
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