Niki Lauda, tricampeón del mundo de F1 y actualmente director no ejecutivo de Mercedes es, a parte de los pilotos titulares, el único que ha sido piloto que está al mando de la marca de la estrella.
Es por eso que explicaba cómo ya sabía que el accidente de Spa terminaría ocurriendo antes incluso de que pasara "A veces, la gestión se cabrea conmigo porque les explico lo que sucederá" le comentaba a Auto.
"Tuvimos una reunión en Stuttgart con todos nuestros jefes y les dije: 'se golpearán entre ellos’' Me preguntaron que cómo lo sabía, y les respondí que 'porque sí'", dando a entender que él había sido piloto y sólo desde esa situación se puede entender la perspectiva de los pilotos que conducen para ellos.
"Los pilotos saben que también les entiendo. Soy el único que habla el mismo idioma que ellos, el único dentro de la parte de gestión. Así que tenemos una gran relación. Ellos lo tienen muy difícil para convencerme de algo que no creo que sea correcto" comentaba.
El alemán reconocía sin embargo que el único momento de toda la temporada en la que se llegó a intervenir fue tras Spa, porque de no haberse hecho podrían haber ocurrido situaciones similares y más peligrosas entre ellos.
"Solo tuvimos una charla seria sobre estas cosas: en Spa. En ninguna otra parte tuvimos problemas, así que realmente hubo paz entre ellos los pilotos. En nuestras reuniones previas a las carreras ellos estaban relajados, porque ya sabían lo que se hacían. Ellos saben la responsabilidad que suponía para Mercedes, y querían acabar primero y segundo. Esa era la orden de equipo. Y entonces el uno o el otro ganaría la carrera y el restante tenía que ser segundo" expresaba.
La situación era delicada para Brackley porque aunque su coche era técnicamente muy superior, la tensión entre los pilotos, que perfectamente podía expandirse a todo el equipo, podía llegar a ser mayor así que su capacidad de gestión de la misma era fundamental, de esa forma, tenían que lidiar con ella porque salvo fallo mecánico era la única causa de no lograr un doblete, que era lo que a Mercedes le importaba.
Quien ganara el mundial era cosa de ellos, de sus batallas, de la gestión de los errores y de su competitividad en pista, pero de ellos dependía en buena medida lograr el objetivo del equipo.
Al final, como todos sabemos, salvo algunos dobletes que se escaparon, la temporada ha sido realmente espléndida y aunque hubo picos de tensión durante la temporada, las cosas salieron bien. El supuesto castigo a Rosberg tras Spa debió escarmentarlo bastante porque salvo Brasil ya no fue capaz de recuperarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario