Cuando se acaban las excusas.
Nico Rosberg no era capaz de ganar el mundial, con el mismo coche Hamilton le daba mil vueltas, no podía con la solidez y constancia del inglés. Siempre era más débil que él.
Creo que 2016 ha demostrado que Rosberg es tan capaz como Lewis Hamilton. Si bien tiene un coche con el que difícilmente puede perder una carrera tan enfilada como la de ayer por la tarde, hay que estar ahí, hay que conducirlo.
Tras una pequeña racha personal de tres victorias que le han llevado a neutralizar la desventaja con la que se fue al verano, vuelve a estar al frente, conduciendo mejor que nunca, en pleno estado de forma y con seis pruebas por delante para lograr con lo que todavía sueña: ser campeón del mundo.
Pero no por eso doy a su compañero por vencido, porque nunca se va a rendir. Él mismo apuntó este fin de semana que por sus malas salidas podría perder este mundial. Muchas malas salidas tendría que hacer para perderlo porque sólo son ocho puntos de desventaja.
Si bien es cierto, el alemán ha crecido muchísimo y aprendido muchísimo de 2015 y 2014.
Aunque no todo a lo que ha jugado le ha salido bien porque Hamilton es un excelente jugador en prácticamente todos los ámbitos como piloto, le ha dicho a la cara "puedo contigo".
Yo sigo sin poner en duda que el inglés puede ganar este mundial, principalmente porque fue capaz de recuperar una diferencia de casi 70 puntos (la mayor remontada de la historia de puntos de la Fórmula 1).
Lo que ha pasado a partir de Bélgica es más mal hacer del de Stevenage que mala fortuna.
Fue mala suerte lo de Spa, fue error grave lo de Monza, fue falta de ritmo lo de Singapur. Es humano, que nadie lo ponga en duda; sí, una máquina de ganar, pero todas las máquinas necesitan a veces un poco de lubricante.
Es probablemente el mundial más emocionante de los últimos años (podríamos decir que desde 2012) a pesar de que sólo dos pilotos optan de forma realista al mundial.
Tras 15 carreras, hemos visto resurgir a Red Bull con una fuerza imparable; hemos visto navegar a la deriva a Ferrari y que haya acumulado un período de un año sin victorias; hemos visto a Mclaren avanzar y luchar por los puntos, viniendo de un año poco menos que horrible.
La Fórmula 1 no es aburrida, otra cosa es que sólo veas los resultados de las carreras el domingo por la mañana en cualquier portal online. Ahí sí que te puede parecer aburrida.
La noche de Singapur y sus fuegos artificiales iluminando las caras de los pilotos, quienes luchan por no rendirse en la prueba más bestia del campeonato.
A la tarde de Malasia, muchas veces pasada por agua, un poco menos exigente y demandante de mucho motor.
"Sólo" quedan seis carreras pero no dudéis de que los lobos del mundial lucharán por la presa hasta la última.