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sábado, 29 de noviembre de 2014

Relatos F1, cuarta parte.

BRASIL 2005

El 25 de septiembre de 2005 España hizo historia en la F1, un piloto español de procedencia asturiana consiguió algo que podía parecer impensable para muchos, de los pocos pilotos españoles que han conducido en F1 él ha sido el más exitoso aunque no por eso se le quitan mérito a los demás. El 25 de septiembre España entró en el libro de historia de la F1.

La carrera anterior en Spa, Bélgica, podría haber sido en la que hubiéramos logrado la ansiada victoria en el campeonato del mundo pero un rapidísimo Kimi lo impidió, aunque sólo era cuestión de tiempo.

La pole del sábado en Interlagos fue una vez más para Alonso, seguidos de los Mclaren y vigilados de cerca por el compañero de Alonso, Fisichella. La salida fue buena pero apenas tardaron 2 vueltas en pasar ambos a Fernando como una exhalación. Eso no importaba, Alonso sólo tenía que mantenerse en el podio para ser campeón del mundo, sólo tenía que ser calculador, regular en su ritmo, mantener su posición y todo saldría como estaba pensado que saliera.

Los Mclaren habian sido muy rápidos durante toda la temporada y la antepenúltima carrera del calendario no iba a hacer más que confirmar eso de nuevo, porque si no hubiera sido por la multitud de problemas mecánicos del Mclaren FO110R la historia podría haber sido distinta, pero no fue distinta, quizá el desenlace de la carrera por el mundial ya hubiera estado escrito tras 5 años de dominio total del imperio rojo, el cual cayó en crisis ese año, quizá, como probablemente fue, los acontecimientos esculpidos carrera a carrera por la regularidad, el talento y el esfuerzo del español dieron los frutos que debían dar, el primer campeonato del mundo, el primer cetro mundial, la primera corona.

Durante la carrera sucedieron algunos accidentes, como el de Pizzonia en la salida, sin consecuencias para el piloto y diversos adelantamentos pero lo verdaderamente importante estaba a punto de llegar, tras el paso de 71 vueltas tensas por la inevitable pero placentera espera al mismo tiempo de la culminación del trabajo de toda una temporada contra todos y contra todo para poder gritar, sacar de fuera de él mismo la fuerza que lo había llevado a estar donde estaría ese día.

Destrozó a su compañero carrera a carrera, salvo la victoria de Fisichella en Australia, en las siguientes, entre los accidentes y no demasiado buenos resultados del italiano y la regularidad del español, la brecha fue insalvable al final y entonces es cuando se definieron los que serían los combatientes por el título.

Cientos de vueltas con el acelerador pisado a fondo rozando muros, trazando curvas perfectas, arriesgando lo justo pero lo necesario, paradas y más paradas en boxes, algunos golpes de suerte pero también infortunios pero sobre todo constancia, regularidad y saber dónde tenía que estar cuando las cosas no iban bien es lo que definen a un campeón del mundo y lo que le llevaron al éxito más grande de su vida, por lo que había estado trabajando desde pequeño.

Su único objetivo, su meta, en su mente estaba esa copa del mundo grande, reluciente y maravillosa que sólo se entregaría al que tuviera más puntos, independiente de que la mereciera o no pero en este caso fue el trabajo duro, victoria a victoria, pole a pole, vuelta rápida a vuelta rápida lo que le llevó a ser el primer campeón del mundo español.

Él sólo volcó a España entera detrás de él, su conducción, admirada por muchos, le llevó a la consecución del objetivo de todo piloto de F1.


Podemos estar orgullosos de lo que somos y de lo que representamos porque el 25 de septiembre de 2005 marcamos un antes y un después en la F1, el día en que firmamos con letras de oro que éramos campeones del mundo de la máxima expresión del automovilismo mundial.

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