BRASIL
2005
El
25 de septiembre de 2005 España hizo historia en la F1, un piloto
español de procedencia asturiana consiguió algo que podía parecer
impensable para muchos, de los pocos pilotos españoles que han
conducido en F1 él ha sido el más exitoso aunque no por eso se le
quitan mérito a los demás. El 25 de septiembre España entró en el
libro de historia de la F1.
La
carrera anterior en Spa, Bélgica, podría haber sido en la que
hubiéramos logrado la ansiada victoria en el campeonato del mundo
pero un rapidísimo Kimi lo impidió, aunque sólo era cuestión de
tiempo.
La
pole del sábado en Interlagos fue una vez más para Alonso, seguidos
de los Mclaren y vigilados de cerca por el compañero de Alonso,
Fisichella. La salida fue buena pero apenas tardaron 2 vueltas en
pasar ambos a Fernando como una exhalación. Eso no importaba, Alonso
sólo tenía que mantenerse en el podio para ser campeón del mundo,
sólo tenía que ser calculador, regular en su ritmo, mantener su
posición y todo saldría como estaba pensado que saliera.
Los
Mclaren habian sido muy rápidos durante toda la temporada y la
antepenúltima carrera del calendario no iba a hacer más que
confirmar eso de nuevo, porque si no hubiera sido por la multitud de
problemas mecánicos del Mclaren FO110R la historia podría haber
sido distinta, pero no fue distinta, quizá el desenlace de la
carrera por el mundial ya hubiera estado escrito tras 5 años de
dominio total del imperio rojo, el cual cayó en crisis ese año,
quizá, como probablemente fue, los acontecimientos esculpidos
carrera a carrera por la regularidad, el talento y el esfuerzo del
español dieron los frutos que debían dar, el primer campeonato del
mundo, el primer cetro mundial, la primera corona.
Durante
la carrera sucedieron algunos accidentes, como el de Pizzonia en la
salida, sin consecuencias para el piloto y diversos adelantamentos
pero lo verdaderamente importante estaba a punto de llegar, tras el
paso de 71 vueltas tensas por la inevitable pero placentera espera al
mismo tiempo de la culminación del trabajo de toda una temporada
contra todos y contra todo para poder gritar, sacar de fuera de él
mismo la fuerza que lo había llevado a estar donde estaría ese día.
Destrozó
a su compañero carrera a carrera, salvo la victoria de Fisichella en
Australia, en las siguientes, entre los accidentes y no demasiado
buenos resultados del italiano y la regularidad del español, la
brecha fue insalvable al final y entonces es cuando se definieron los
que serían los combatientes por el título.
Cientos
de vueltas con el acelerador pisado a fondo rozando muros, trazando
curvas perfectas, arriesgando lo justo pero lo necesario, paradas y
más paradas en boxes, algunos golpes de suerte pero también
infortunios pero sobre todo constancia, regularidad y saber dónde
tenía que estar cuando las cosas no iban bien es lo que definen a un
campeón del mundo y lo que le llevaron al éxito más grande de su
vida, por lo que había estado trabajando desde pequeño.
Su
único objetivo, su meta, en su mente estaba esa copa del mundo
grande, reluciente y maravillosa que sólo se entregaría al que
tuviera más puntos, independiente de que la mereciera o no pero en
este caso fue el trabajo duro, victoria a victoria, pole a pole,
vuelta rápida a vuelta rápida lo que le llevó a ser el primer
campeón del mundo español.
Él
sólo volcó a España entera detrás de él, su conducción,
admirada por muchos, le llevó a la consecución del objetivo de todo
piloto de F1.
Podemos
estar orgullosos de lo que somos y de lo que representamos porque el
25 de septiembre de 2005 marcamos un antes y un después en la F1, el
día en que firmamos con letras de oro que éramos campeones del
mundo de la máxima expresión del automovilismo mundial.
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